Siempre he creído que el otoño es la mejor estación para pasear por París; imagino los Campos Elíseos cubiertos de crepitantes hojas de colores cálidos bajo una luz decadente que le da a la ciudad todavía más charme… si cabe.
La noche del pasado viernes el terror barrió de un plumazo el encanto de las calles de París e instintivamente y sin éxito, intenté encontrarle sentido a aquello. Me pregunté por qué nos pasamos la vida intentando cambiar a los demás, en qué momento surge el odio que lleva a la violencia y una vez que ésta estalla, por qué la cercanía geográfica y cultural despierta mucho más nuestra empatía…
Éstas no eran las palabras que había pensado para esta semana y no voy a profundizar en el tema más allá de lo estrictamente emocional pero tampoco quería hacer como si no hubiese ocurrido nada, así que simplemente diré, aunque para ello tenga que salir de mi habitual zona de confort: «je suis París, je suis Beirut, je suis Siria, je suis Nairobi y je suis cualquier rincón del planeta donde reine el terror».
A pesar de todo, sigo pensando que el otoño es la mejor estación para pasear por París…
INGREDIENTES para la masa:
-130 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-100 gr de azúcar glas
-1 huevo
-300 gr de harina (yo esta vez opté por harina integral)
-1 pellizco de sal
INGREDIENTES para la crema pastelera:
-500 ml de leche entera
-4 yemas de huevo
-150 gr de azúcar
-40 gr de Maizena
-1 vaina de vainilla
-Piel de naranja
INGREDIENTES para el relleno:
-2-4 manzanas (dependiendo del grosor que queramos darle)
-20 gr de mantequilla
-2 cucharadas de azúcar/sirope/mermelada
-En un bol mezclamos todos los ingredientes para la masa (Tmx- 10 segundos, velocidad 6).
-Formamos una bola con la masa y la refrigeramos durante al menos 1/2 hora.
-Dividimos la masa en 2 y amasamos una parte entre dos trozos de film transparente.
-Forramos un molde (yo utilicé uno desmoldable) con la masa.
-En un cazo ponemos la leche, la vainilla y la cáscara de naranja y la llevamos a ebullición durante unos minutos. Retiramos del fuego y reservamos.
-Mezclamos el azúcar y la Maizena y lo mezclamos con las yemas.
-Vertemos, poco a poco, la leche sobre la mezcla y batimos hasta que todo se integre bien.
-Ponemos la mezcla a fuego medio y removemos continuamente hasta que espese. Dejamos templar.
-Depositamos la crema en el fondo del molde forrado con la masa.
-Cortamos las manzanas en gajos y las depositamos sobre la crema, formando una o más capas.
-Cortamos los 20 gr de mantequilla en trozos pequeñitos y los depositamos sobre la manzana.
-Rociamos todo con el azúcar/sirope.
-Horneamos (horno precalentado a 175 grados) durante 45 minutos.
-Con el resto de la masa y con la ayuda de un corta pastas, podemos hacer galletitas con forma de hojas (o con la forma que queramos), que después podrán adornar nuestro pastel.
Espero que os haya gustado. ¡Manteneros seguros y calentitos y pasad una muy feliz semana!!!
Buenos días Marta, en estos días es difícil no sentirse afligido y conmocionado con las barbaries que ocurren en el mundo. Parte del corazón de todos se ha quedado con el dolor de las familias parisinas y sirias que están sufriendo esta guerra, con los refugiados que huyen sin saber a donde, y con tantas y tantas cruzadas abiertas en pos de un deseo de futuro que a veces, no alcanzo a comprender. Me pasa como a ti, no dedico el blog a comentar ni mucho menos a opinar de la política y situación del mundo, pero al menos tu has dado un paso más, mostrando tus sentimientos ante los acontecimientos, confiemos que el buen hacer de los hombres y mujeres de este mundo, que las buenas intenciones y el deseo de una vida mejor acabe por ganar a tanta guerra. Ojalá dulces tan deliciosos como esta tarta hagan sonreír a muchos. Un beso
¡Muchas gracias, Noelia!! Pues un poco es eso; no es éste un sitio donde me guste quejarme ni contar cosas tristes pero a veces simplemente no se le puede dar la espalda a la actualidad, por muy fea que sea.
Un beso y un abrazo enorme:
Ummmhh!que buena pinta.aprovechare las manzanas que recogimos en la finca,a ver como me sale.besos
Una tarta no va a cambiar el mundo, ¡ojalá!, pero sí nos puede ayudar a endulzar este momento tan amargo que estamos viviendo, así que bienvenida sea. ¡Muchos besos!
Qué alegría Marta!! Entrar en el blog y encontrarme con estas fotos………esta tarta………. nmmm hace que uno se «casi» se olvide de todo.
Muchas gracias, Besitos.