Galletas de avena (grabadas)

galletas de avena grabadas…Y sonó la sirena que nos ha llevado a la ¿calma? en la que estamos inmersos…Bueno, quizás me haya precipitado denominándolo «calma»; tal vez sea otra cosa… porque veamos, con el fin del cole y el comienzo de las vacaciones, tus hijos (los míos) han estrenado oficio, el de guardaespaldas-a-jornada-completa, y es entonces (ahora) cuando te das cuenta de lo supersónicamente veloz que solías ser cuando ellos no estaban…
-Haciendo las tareas de la casa, por ejemplo. Cierto es que desde que tienes hijos la casa no está tan ordenada y limpia como antes, que la alfombra del salón irisa tonos que no tenía y que a la pared de las escaleras le ha salido un pasamanos virtual de color indefinido, entre gris y marrón… Al menos cuando están en el cole consigues mantener la casa en mínimos decentes pero ahora, con ellos siempre a tu vera, pasar el aspirador vuelve a ser una conga de tres y la hora de la plancha una letanía de: «mamá, yo también quiero»… (que sabes a ciencia cierta que cuando tengan edad para ayudarte no querrán hacerlo).
-Haciendo la compra. Antes entrabas en el súper con paso marcial, nota en mano, sin que nada ni nadie se interpusiese en tu camino y en un abrir y cerrar de ojos habías terminado y estabas de vuelta en casa. Ahora cada uno coge un cesto con ruedas y se ve que en ese momento cruzan una linea que yo no veo y oyen un pistoletazo de salida que yo no oigo… 3, 2, 1… ¡comienza la carrera! Eso sí que es «Horror en el Supermercado»… Les das un tiempo para que se cansen y cuando por fin has logrado agruparlos, comienza la negociación acerca de los productos que vas a comprar. Si se trata de galletas, la negociación puede durar «tranquilamente» quince minutos («Oreo sí, Oreo no»). Con un poco de suerte ninguno se amotina, al más clásico estilo pataleta-en-el-suelo, tras oir «Oreo no».
Cuando te das cuenta, ha pasado una eternidad y todavía quedan muchas cosas por hacer…
-Mis sesiones fotográficas. Soy muy pesada con esto. Incluso cuando ellos no están invierto mucho tiempo en mis fotos. Ahora, con ellos alrededor, aparecen manitas inesperadas intentando alcanzar un trozo de bizcocho y sombras que no deberían estar. Y empiezo a pensar que Juanito, además de guardaespaldas, quiere ser modelo, porque cada tres fotos una he de reservarla para él… «Mamá, me hases una foto así?», dice, brazos en jarra y mostrando una sonrisa llena de chocolate… Editar las fotos supondrá, por lo tanto, una criba mayor…
-Como son tus guardaespaldas, van contigo a todas partes y como son unos guardaespaldas pequeños, tienen que entrar contigo (o tú con ellos) en los baños de chicas de los centros comerciales, como hace unos días… Hora punta en El Corte Inglés (y en sus baños). Mis guardaespaldas entran conmigo en el pequeño habitáculo que hay dentro de los aseos. Juanito está especialmente locuaz (para mi sonrojo y la diversión de las señoras que esperan fuera). Como vivimos en el campo y no tenemos vecinos, mis guardaespaldas se han acostumbrado a gritar más de la cuenta, así que el pequeño grita, alto y claro: «mamá, como no tienes pito, haces pis por el culo, ¿verdad?» (risas fuera). Tengo las manos ocupadas y no puedo amordazarlo, así que sigue: «Y ahora, mamá, vas a hacer caca o ya has terminado?» (más risas y no son mías). Temo que cuando salgamos nos hagan la ola…
Cuando llegas a casa, te apetece darte un baño relajante, de esos que no existen ni existirán hasta que ellos cumplan dieciocho… (ya lo pudiste comprobar aquí).
Probablemente el único adulto con el que vivo leerá esto en algún rato libre y opinará que me gusta novelar la vida real (aquí lo dejó claro). Pues ni exageración ni melodrama, pura realidad en clave de humor, diría (y de hecho digo) yo.
Por cierto, en contra de lo que pudiese parecer… ¡estoy encantada!!

CONTINUARÁ…

galletas de avena grabadas

galletas de avena grabadas

galletas de avena grabadas

galletas de avena grabadas

galletas de avena grabadas

INGREDIENTES:
-120 gr de harina integral
-90 gr de copos de avena (medio triturados, no en hojuelas enteras).
-80 gr de azúcar moreno
-90 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-2 cucharadas de leche
-1 cucharadita de levadura Royal
-1/4 cucharadita de sal
-1/2 cucharadita de extracto de vainilla

-Batimos la mantequilla y el azúcar con unas varillas eléctricas hasta obtener una mezcla cremosa.
-En otro bol mezclamos la harina, los copos de avena, la levadura y la sal.
-Añadimos esta mezcla a la de mantequilla y mezclamos hasta obtener una textura como de migas.
-Añadimos la leche y la vainilla; amasamos hasta que esté todo integrado y formamos una bola plana que mantendremos en el frigo una 1/2 hora.
-Estiramos con un rodillo sobre una encimera ligeramente enharinada hasta obtener un grosor de 1/2 cm.
-Utilizamos un sello, presionamos bien para que la inscripción quede bien marcada y recortamos con un cortapastas del mismo diámetro que el sello.
-Con una espátula trasladaremos las galletas, con cuidado, a una bandeja de horno forrada.
-La llevamos al frigo otra 1/2 hora.
-Horneamos (horno previamente precalentado a 180 grados) durante unos 12 minutos o hasta que empiecen a estar un poco doradas.

Esta receta está sacada, en su totalidad, del fabuloso blog Sweet & Sour. Son unas galletas rústicas, con pronunciado sabor a avena y ligero toque a mantequilla, que mojadas en leche harán un desayuno o merienda perfectos. ¡Que paséis una muy feliz semana!!!

galletas de avena grabadas

8 comments

  1. Virginia "Sweet & Sour" says:

    Cuando las he visto he dicho, que ricas¡¡¡¡ La verdad es que las has clavado, «galletas rústicas con pronunciado sabor a avena y ligero toque de mantequilla» ;) .Como siempre te han quedado preciosas y las fotos tan evocadoras. Muchas gracias por enlazarme preciosa. Bsotes grandes.

    Virginia «Sweet & Sour»

  2. Kichi says:

    Cómo me he reído!!, visualizando ciertas escenas. No pierdas la mano para escribir lo que te pasa y para cocinar lo que te gusta.
    Besitos

  3. lolita says:

    JAJAJAJA magnífico relato, los niños y su inocencia, libres de pudores…..
    Relato real, sin ninguna duda, menudos son…….
    Gracias por hacerme reir.
    Besitos.

  4. Noelia says:

    Marta tus anecdotas vacacionales son muy divertidas (además de realistas). Como no tengo hijos pero si una buena trupe de sobrinos adoptivos, dígase de otro modo, los hijos de mis amigos, puedo permitirme reirme un poco más que sus padres de las gamberradas inoportunas e inocentes, incluso, debo confesar, participo activamente en ellas. Y unas deliciosas galletas de avena como las que nos traes hoy son el mejor premio para las trastadas infantiles y adultas del verano!! Un beso!!

  5. Angela says:

    Cada vez que te leo es difícil no sonreir, bien por la ocurrencia o porque me siento identificada con lo que dices. No m pierdo una sola publicación: se disfruta por igual las recetas, la introducción y las fotografías… se aprecia el trabajo y el cariño q le pones. Enhorabuena!!

  6. Yolanda says:

    Me voy directa a comentar las galletas! Menuda pinta tienen y con avena… es que me chiflan!! Me guardo la receta y las prepararé en cuanto pueda! :D
    Un beso!

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