Tarta de Santiago (versión pastelitos)

tarta de santiagoLa gente de Santiago es así… amable.
Santiago fue mi ciudad de acogida durante mi época universitaria y a ella volví hace unos años… en realidad volví cerquita, lo suficientemente cerca como para ir todos los días y lo suficientemente lejos como para que te dé pereza ir si no es para algo urgente… Pues llevaba un tiempo, por eso de la pereza, sin pisar Santiago; típico día de lluvia alternado con llovizna y mis compras sin poder esperar a un día de sol así que dejo a mis retoños en sus respectivos colegios/guarderías, cojo el coche y en seguida me doy cuenta de que refunfuño… que «a ver cuándo voy a poder disfrutar de una plácida mañana de compras sin paraguas», que si «mira que no habrá sitios en el mundo con sequía y con los que poder hacer intercambio climático» y blablabla… Con estos pensamientos entro en Santiago y dejo el coche en un parking donde siempre me lo aparcan porque saben que las columnas me tienen manía; entrego las llaves y me desean que pase una buena mañana; abro el paraguas y casi no refunfuño.
Próxima parada: una tienda de esas de toda la vida, donde comprar unas telas para vestir mis fotos; busco y rebusco algo concreto que no encuentro y con mis poco concisas explicaciones, las chicas no ven cómo ayudarme así que me preguntan para qué las necesito; se lo explico; resultan ser unas forofas reposteras; nos ponemos de charleta y veinte minutos más tarde salgo de la tienda con una invitación y dos telas regaladas… sigue lloviendo pero ya no refunfuño NADA.
Siguiente parada: una tienda de souvenirs, de ésas que se cuentan por docenas en Santiago; busco uno de los emblemas de la ciudad: unas cruces de Santiago, de diferentes tamaños, de nuevo para mis menesteres blogueriles… pero no termino de encontrar lo que busco y la chica me indica una ferretería donde tal vez tenga suerte; en efecto, allí encuentro una parte de lo que quiero y decido volver a la tienda de souvenirs para agradecerle a su dueña la información y de paso terminar de decidir si compro una cruz pequeñita; al dar tantas vueltas, expresar tantas dudas y llevar tanto tiempo dentro, me veo obligada a explicar para qué la quiero; la chica me cuenta que estudió Hostelería y se especializó en Repostería; le cuento entonces que tengo un blog; «¿Cómo se llama tu blog?»- me pregunta. Se lo digo. «Yo soy seguidora de tu blog»- me dice. «No creo- pienso- el mío es un blog pequeño». «Me lo recomendó una amiga»- sigue ella… Poco después nos despedimos, encantadas de habernos conocido… Sigue lloviendo pero a mí ya me da igual porque me he reconciliado con la raza humana y todo el mundo me parece bueno…
Última parada: el parking. Recojo las llaves, bromeo con los chicos y me desean que termine de pasar un buen día. Vuelvo a casa, conduciendo, fuera llueve pero yo canturreo… y pienso: «hablaré de esto en mi próxima entrada» y al pensarlo no puedo evitar reirme… últimamente parece que me hubiese puesto la Xunta este blog…

INGREDIENTES:
-250 gr de almendra molida
-250 gr de azúcar
-4 huevos
-la ralladura de la piel de medio limón
-Una pizca de canela
-Azúcar glas

-Con unas varillas batimos los huevos con el azúcar durante un par de minutos.
-Añadimos la almendra, la canela y la ralladura de limón y lo mezclamos todo.
-Engrasamos un molde (yo puse papel de horno engrasado) y vertemos sobre él la mezcla.
-Horneamos (horno precalentado a 180 grados) unos 30 minutos aproximadamente.
-Normalmente esta tarta se hornea en un molde redondo (de 22 cm para estas cantidades) pero a mí me apeteció hacerlo en uno cuadrado para poder hacer «pastelitos de Santiago», cada uno con su cruz (idea, que no receta, de Lectura Postres).
-Cortamos trozos cuadrados de tarta; ponemos la cruz de Santiago pequeña y espolvoreamos con azúcar glas.
-Si queréis una tarta parecida pero más esponjosa y que incorpora zanahoria, podéis echar un vistazo a esta otra tarta que hice hace unos meses.
-Sesión fotográfica de esta receta… ¡un auténtico caos! Siempre hago las fotos en el porche de mi casa (por eso de la luz natural) y ¡qué mala combinación la del viento-lluvia-azúcar glas! Un auténtico milagro que saliesen decentes las fotos, vamos.

Para toda la gente amable, santiaguesa o no, vaya esta receta… ¡que paséis una muy feliz semana!!!

tarta de santiago

35 comments

  1. Virginia says:

    Ay Marta me he visto reflejada en ti de principio a fin, incluso en el aparcamiento y las columnas. Cuantas somos las que disfrutamos con estos menesteres cocineriles y blogueriles. Sabes que me encanta leerte y hoy las fotos son bien especiales, tu tierra me encanta, huele a tierra húmeda, como la mía, los días son grises, pero bien bonitos.

    Esas tartitas con esas crucecitas me parecen simplemente perfectas, una presentación sencilla y cocqueta. Siempre las vi redondas y nunca se me ocurrió cortarlas en cuadrado… Me llevo tu idea con tu permiso. Bss preciosa y feliz semana.

    Virginia «sweet and sour»

    • martaestevezansede says:

      ¡Gracias, Virginia! Si es que cómo somos las blogueras… siempre maquinando, ¿verdad??
      Me alegra que te guste pararte y leerme; ya sabes, tu opinión cuenta…
      Un besito.

  2. artecarracedo says:

    jajjaj esta unido la reposteria con la fobia que nos tienen las columnas????? A mi me pasa lo mismo!!!!

    Me parece deliciosa tu receta, tengo muchisimas ganas de volver a Galicia y tomarte un trocito de esta tarta!!!

    Gracias por al receta

  3. UanPound says:

    ¿Pero qué problema tienes con las columnas? Si son la mar de amables, siempre intentado dar besos a los coches! jajajaja Ayy esa mente refunfuñera necesita de más excursiones y gente amable.. (o azúcar en su defecto) Genial la receta, gracias por compartir ^^

    • martaestevezansede says:

      ¡Gracias, Uan!! Ya me gustaría a mí saber qué les pasa a las columnas…
      Por lo demás, ¡no hay nada que un buen pastel no arregle!
      Besitos.

  4. Susana says:

    La tarta de Santiago es sin ningún lugar a dudas una de mis favoritas, así que la haré sí o sí. Al final van a tener que hacerte una estatua en la alameda, al lado de las paisaniñas, y no te olvides de que naciste en Santiago, un poco de carambola, pero algo de Compostelanas también tendremos, digo yo. Un besazo!!

    • martaestevezansede says:

      ¡Es verdad, Susana!!! Creo que he pasado por alto algo importante… ¡mi tercer nexo de unión con Santiago!!!
      ¡Muuuchos besos!!!

  5. Kichi says:

    Perfecto final, en forma de tarta, para un día redondo!!!. Seguro que el sabor de la tarta recoge la buena energía de la gente con la que te fuiste encontrando ese día. Tiene una pinta estupenda!!.
    Besitos

  6. Monie says:

    A mi me costó que me gustara la tarta de Santiago, a mi padre le encantaba pero yo no le cogía la gracia. Ya con veintipico de años no se en qué momento se volvió amor al primer mordisco y es un manjar para mi. Genial tu entrada, como siempre, un placer visitarte. Un besazo.
    Monie

    • martaestevezansede says:

      Pues algo parecido me pasó a mí con el mazapán, Monie; cuando era pequeña, me parecía lo más repugnante bajo las estrellas y ya hace mucho tiempo que me chifla!!!
      Gracias por tus palabras siempre.
      Un besito.

  7. Helena says:

    Marta, qué preciosidad de fotos, de tarta y de Santiago, qué maravillosa ciudad… lluviosa pero preciosa, y en este época lo que gusta son los días lluviosos ¿no? Normal que sigan tu blog, es muy bueno (aunque no te lo patrocine la Xunta JAJAJAJAJA). Yo solucioné lo de las columnas con un coche con cámaras, es dcir, cuando voy a aparcar conecto las cámaras y veo todo lo de alrededor (Nissan Qashqai), lo compré cuando nació mi hija pequeña porque ya no cabíamos en el otro y estoy encantada con la cámara porque yo era columna que veía, columna que rozaba, un desastre. Bs

  8. Laurel y Menta says:

    En casa gusta mucho esta tarta, desde siempre… Sabes cómo suele tomarla mi marido? Con un buen chorretón de licor de hierbas (gallego, faltaría más) por encima y flambeando todo. Yo no la como así pero, según el, está de muerte.
    A nosotras nos gusta tal cual, de hecho es de nuestras favoritas… Tu versión en cuadraditos, con sus cruces…, una preciosidad. Nos encanta.
    Las fotos, preciosas. Las de Santiago, evocadoras, como siempre. Pero es una ciudad con taaaanto encanto, así, con lluvia, la piedra brillante…, maravillosa.
    Un besiño.

  9. laboticariadesquiciada says:

    Me ha encantado la historia. A veces cuando salimos de mal humor, las cosas nos van saliendo mal, pero en este caso, se han confabulado para ir quitándote el enfado de encima. Todavía hay gente buena en el mundo….
    La tarta tiene que estar deliciosa. Nos la apuntamos para prepararla. Y las fotos, a pesar de todo, de maestra, como siempre.
    Un abrazo.

  10. Yaiza says:

    A mi me encanta tu tierra Marta y creo que es de esos sitios a los que algo de lluvia y olor a tierra húmeda le favorece. Aunque no es lo mismo estar unos días que vivir allí y ver llover casi a diario. Pero todo tiene su encanto y de todo nos podemos cansar. A mi también me cansa el sol y el calor (aunque mucha gente no lo crea) y espero con anhelo algo de «mal tiempo» para sacar las botas y algún abrigo del armario. La tarta de Santiago versión pastelitos que nos traes, me encanta. Y las fotos tan otoñales también.
    Un beso

  11. paulabugs says:

    Me encanta la tarta, en mi casa vive el mayor fan e la tarta de Santiago del mundo mundial y la verdad no se la hago mucho por que siempre estoy probando cosas nuevas para el blog jajaja probaré tu receta, que la cate ;-)

    Y lo del tema blogeril, en fin que contarte iamginate yo en un gran alamacen del bricolage comprando trozos de suel de madera para hacer fotos un poema y el dependiente mirándome como si estuviese tarada , jajajaja

    Un besazo Marta!

  12. Cakes para ti says:

    La tarta de Santiago es un clásico que todos deberíamos hacer en casa, pues no hay nada como una tarta casera de Santiago. Así que ya nos podemos poner todos manos a la obra con tu receta…
    A mí sólo me gustan los días de lluvia si estoy en casa y no tengo que ir a trabajar, pero si no, oh!! horror!!. menos mal que donde yo vivo llueve muy poquito y casi siempre hace sol. Saludos.

  13. Nuria Eme says:

    Un tarta cuadrada para un día redondo ¿ o no?
    La primera vez la comí en Santiago y pasó por mi paladar sin pena ni gloria, creo que me había hecho tantas espectativas, que en fin, no las superaron. Pero unos veranos después, en una visita de amigos gallegos, trajeron una, y si no me la quitan de delante, creo que me como entera.
    Desde entonces, sólo puedo decirte que soy una enamorada de ésta tarta.
    Una entrada muy entrañable, una receta estupenda, una tarta divina y unas fotos preciosas ¿se puede pedir más?
    Besotes, mi niña, buena semana.

  14. Sugarlove55 says:

    Que bonita esta publicación, he sentido cierta nostalgia recordando mi pasó por allí, una ciudad preciosa llena de historia, me encanta incluso en esos días de lluvia. La tarta de lujo, las fotos preciosas, me ha encantado.
    Un besote.

  15. Rebeca Fernandez says:

    Me ENCANTA tu blog. Preciosas fotos, geniales recetas, y el contenido de los posts… me encanta!!

    Me he sentido muy identificada con tu refunfuño mañanero. Aquí llueve todos y cada uno de los días (TODOS!!), y me noto mucho más protestona de lo que era… será cuestión de acostumbrarse, y de ir buscando cositas buenas. De momento con ir a comprar y que me entiendan las dependientas, me conformo.

    Besos!!

  16. apfelstrudelkuchen says:

    Ay Marta!!! No sé que me gusta más… si tu tarta de Santiago o tu paseo por la eterna ciudad de la lluvia!!!! Ains, como echo de menos miña terra!!!! La tarta divina!!! Que daría yo ahora mismo por un trocito!!!

    Un besito,
    Sandra von Cake

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