En un reino y un tiempo no muy lejanos, había un lugar donde pasar los veranos más felices que uno pueda imaginar…
Todos los años, al acabar el curso, mi familia y yo trasladábamos nuestra residencia a casa de mis abuelos, doscientos kilómetros al norte… y ése era el único lugar en el mundo donde mis hermanas y yo queríamos estar… dos largos meses de felicidad total y continua en los que un numeroso grupo de niños, nacidos en los años setenta, jugábamos, sin juguetes, desde la hora del desayuno hasta el anochecer… y todos los años, invariablemente, a nuestra llegada se repetía la misma escena… nuestro coche, cargado, avanzando por el camino que conduce a la casa, nuestros amigos saludándonos, contentos, desde sus bicicletas y nosotras, alborotadas, queriéndonos tirar en marcha… pero mi padre sólo paraba cuando nos encontrábamos con mi abuelo, que volvía a casa, para esperarnos, con una enorme caja de helados de vasito bajo el brazo… y era justo entonces, con esa escena, y no antes, cuando se declaraba oficialmente inaugurado el verano…
Dentro de unos días volveré al lugar donde sigo creyendo que se pasaban los veranos más felices, todos los años lo hago, sólo que ahora vamos unos días, la familia original y unos cuantos más… aunque los abuelos y los niños son otros… pero creo que en el fondo seguimos yendo para intentar capturar algún destello de aquellos veranos del pasado, conscientes de que aquéllos, claro está, no volverán…
INGREDIENTES para el helado de leche condensada:
-500 gr de nata para montar
-450 gr de leche condensada
-100 gr de azúcar invertido
-1 clara de huevo (opcional)
-Antes de comenzar con la explicación, deciros que tanto los helados como el azúcar invertido los he hecho con la thermomix; nunca he publicado una receta que sólo se pueda hacer con la máquina en cuestión porque no me parece un sistema demasiado democrático pero esta vez lo he creído imprescindible para asegurar los helados… unos helados que, con la thermomix, salen igual de cremosos que con una heladera. Estas recetas, que probé en casa de mi amiga María, en una suculenta degustación, y que me encantaron, provienen, a su vez, del blog de las chicas de Velocidad Cuchara. Dicho esto:
-Montamos la nata; yo la monto con batidora porque me gusta ir viendo la textura que va adquiriendo.
-Metemos el vaso de la thermomix en el congelador durante 2 ó 3 minutos.
-Ponemos la mariposa en la thermomix y mezclamos la leche condensada con la nata montada y el azúcar invertido, 1 minuto, velocidad 3.
-Vertemos la mezcla en un recipiente y metemos en el congelador al menos 6 horas.
-Para servirlo, sacamos el helado 15 minutos antes.
-La receta original incorpora una clara de huevo pero yo olvidé utilizarla y os diré que no noté ninguna diferencia, de lo cual me alegré, ya que los alérgicos al huevo podrán disfrutar de este helado sin salir perdiendo.
INGREDIENTES para el helado de chocolate:
-250 gr de chocolate para fundir (la intensidad de éste la elegís vosotros)
-100 ml de leche entera
-200 ml de nata para montar
-50 gr de azúcar invertido
-En un cazo, a fuego lento, calentamos la leche y derretimos en ella el chocolate.
-Montamos la nata.
-Metemos el vaso de la thermomix en el congelador 2 ó 3 minutos.
-Ponemos la mariposa en la thermomix y mezclamos la nata, el chocolate y el azúcar invertido durante 1 minuto, velocidad 3.
-Vertemos la mezcla en un recipiente y metemos en el congelaor.
-La cantidad de helado de chocolate es menor que la de leche condensada.
Siempre había oído decir que para que los helados saliesen cremosos, había que utilizar, condición sine qua non, una heladera… pues bien, con ayuda de la thermomix y utilizando azúcar invertido, salen unos helados realmente cremosos.
INGREDIENTES para el azúcar invertido:
-150 ml de agua embotellada
-350 gr de azúcar blanco
-Gasificante de Mercadona (sobre blanco y morado)
-Ponemos el agua en el vaso, 3 minutos, 50 grados, velocidad 5. (La temperatura deberá llegar a 50 grados).
-Añadimos el azúcar y programamos 6 minutos, 80 grados, velocidad 4. (Deberá alcanzar los 80 grados).
-Añadimos el sobre blanco y mezclamos 10 segundos, velocidad 4.
-Esperamos a que la temperatura del vaso baje a 60 grados.
-Incorporamos el sobre morado y mezclamos 1 minuto, velocidad 4.
-Este azúcar líquido, de color transparente, podremos guardarlo en la nevera, cerrado en un frasco de cristal, durante más de 6 meses.
El resultado… unos helados que, servidos juntos, suman un bocado maravilloso y contundente… así, con mi particular recuerdo de mis veranos de sol, bicicletas y helados y con estas dos recetas os dejo temporalmente, hasta septiembre, dándoos las gracias por acompañarme SIEMPRE y deseando que paséis el verano más feliz que uno pueda imaginar!!!
En memoria de todas las víctimas de la catástrofe ferroviaria de Santiago de Compostela, en el día del Apóstol más triste que jamás querríamos haber vivido.
Delicioso, de lo más apetecible y con una textura fabulosa!!!
Vivan los veranos del Norte, en total libertad, sin excesivo calor y sin los problemas y preocupaciones típicos de los adultos, ay!!!
¡Gracias, Mary!!! Veo que hay alguien a quien también le tira el norte, ¿verdad? Y es que yo creo que los gallegos venimos así, de serie… tirándonos la tierra…
¡Que tengas un muy feliz verano!!!
Un besito.
Me ha encantado leer tu relato de hoy a pocos días de emprender el viaje hacia al norte en busca de verano con helados, sombra de árboles y mucha familia.
Besitos
¡Gracias, Kichi!!¡Me alegra que te haya gustado el relato de esos veranos que tú tan bien conoces!!! ¡Vete preparándote!!
Un besito.
Ay, esos veranos que nos parecían interminables, estaban llenos de aventuras y sobre todo de golosinas. Por separado los helados deben ser una delicia pero juntos … Madre mía, qué ganitas de probarlos. Disfruta de tus vacaciones. Besos.
¡Gracias, Pilar!! La verdad es que sí… no sé que tienen los veranos infantiles, que son irrepetibles!!!
¡Que tengas un feliz verano!!!
Besitos.
Feliz Verano y que tengáis unas muy buenas vacaciones en ese lugar tan maravilloso.
Me alegro que te gustasen los helados y por cierto, que fotos tan bonitas y que relato tan entrañable.
Un besazo muy grande para todos los que allí os juntéis y a disfrutar os toca.
Se despide M.
¡Gracias, Kikiña!! Gracias a tí por la receta… ¡lo mejor fue disfrutarla juntos!!!
De todas formas, seguro que antes de ir a «ese maravilloso lugar», nos vemos…
Un besiño.
No pueden gustarme más los helados. No puedo elegir me quedo con ambos.
¿Donde has conseguido esos vasitos para los helados? ¡¡Los quiero!!
Besos.
¡Me alegra que te hayan gustado, Silvia!! Te cuento, los vasitos los compré en el súper de El Corte Inglés, al lado de la sección de los helados.
Besitos.
¡Cómo apetecen esos helados! Y como siempre tan exiquisitas tus recetas con esa presetanción de diez. Se nota el mimo y el esmero que le pones. Por cierto que hoy es tu santo. ¡Felicidades y buenas vacaciones!
¡Muchas gracias, Ángela… por tus palabras y por tus felicitaciones!!
¡Que tengas unas muy felices vacaciones!!!
Besitos.
Una entrada preciosa con una receta que estoy deseando preparar. Aunque la mayoría de los recuerdos veraniegos de mi infancia son sureños y playeros, puedo decir que guardo alguno viajando al norte en el que disfruté de lo lindo corriendo entre esos pastos tan verdes que tenéis! Que pases un verano tan entrañable como el que relatas!
¡Muchas gracias, Débora!! ¡Te deseo un feliz verano a tí también!!
Besitos.
Que bonito post Marta, me he sentido muy identificada con el veraneo gallego, los helados de vasito….. La receta buenísima y las fotos muy chulas, vas a tener que comprarte una cámara
¡Gracias, Paula!! Sí, seguro que nuestros veranos no eran muy diferentes… influencias de la zona…
Me alegra que te gusten las fotos… ¡algún día aparcaré el iphone y haré un curso de fotografía!
¡Feliz verano, Paula!!
No puedo estar mas de acuerdo con todo lo que has dicho, recuerdo aquellos veranos como lo mas maravilloso del mundo, familia y amigos, la combinación perfecta. Y estoy deseando volver este año… La receta fantástica, como siempre!!! Y por supuesto mi mas sentido pésame a todas las víctimas de la tragedia de Santiago. Un besazo. Te queremos mucho tia Marta, me soplan por aqui dos pajaritos…
¡Ay, esos pajaritos!!! ¡Veniros para el norte!!!
Ya pronto disfrutaremos juntos…
¡Un besito enorme, familia!
Que apetecibles Marta, y que gozada en los vasitos. Que tengas unas felices vacaciones preciosa, disfrutálas a tope. Un biquiños
¡Gracias, Merchi!! ¡te deseo lo mismo!!
Un besiño.
Como me gustaría un heladito de esos en estos momentos, por aca (en Caracas) el sol relumbra, las maticas ni se mueven y hace mucho calor. Me llevo la receta (aunque sin thermomix que eso por aquí no existe)
Un saludo y lindo blog
¡Gracias, Mavele!!
Besitos.
Qué buena pinta!!! Gracias por tu visita, me he alegrado mucho, yo también me quedo por aquí, no me quiero perder ni una de tus recetas
Un saludo desde eintagmitpepa.blogspot.com
Tu guía chachi de Berlín!
¡Qué bien, Pepa!! ¡Gracias!!
¡Un saludo a Berlín!!!
Espectaculares estos helados. A ver si ahora que Consuelo ya ha vuelto de Irlanda, ponemos a funcionar la heladera de nuevo, no sea que se apolille….:))
Nos encantan las fotos y la historia es entrañable.
Un abrazo.
¡Gracias, chicas!! Si finalmente ponéis a funcionar la heladera, ya me contaréis…
Un besito para las dos.
Yo tengo costumbre de utilizar leche condensada para los helados desde siempre. Quedan muy bien y no hay que usar el azucar invertido, no la uso siempre pero en la mayoria …..
Besitos
¡Pues tendré que probar la próxima vez sin azúcar invertido! Gracias por tu comentario, Teresa.
Besitos.
Que bonitos recuerdos, ya había visto tu blog pero hoy recién me animo a dejarte un comentario. Tu blog es realmente precioso y tus recetas muy ricas . Me quedo como tu seguidora…besos
¡Muchas gracias, Yamile! Me encanta que te animes a dejarme este comentario tan bonito y que quieras seguir mi blog.
Besitos.
Es imposible de explicar con palabras, aquel momento……….justo en el que ya instalada allí, el mismo día que terminaba el cole. Pasar la noche con mariposas en el estómago. Y…………levantarte corriendo a la ventana, y SIIII, ya estaban aquí, el coche estaba aparcado……..sin duda era ya una realidad……….comenzaban los mejores días que unos niños podrían tener. Como bien dices, ahora los niños y los abuelos son otros………….. pero nosotros estamos ahí, y en otra posición, disfrutamos igual que aquellos maravillosos veranos………..
Sí, Loly… tú me entiendes porque… ¡estabas allí!!! ¡Qué suerte tuvimos, verdad??
Un besito grande.