Bizcocho de chocolate y vino y maneras de decorarlo

bizcocho de chocolateSoy definitivamente «germánica» para algunas cosas y un tanto «caribeño-africana» para otras; germánica cuando me trazo una hoja de ruta con un objetivo final claro, obsesivamente perfeccionista cuando se trata de cuidar la estética de una foto, un escrito o los detalles de una fiesta; en estos contextos sufro con el caos y la improvisación; por el contrario, en otros ámbitos soy un poco más «relajada». Sirva como ejemplo de esto que el otro día hice cemento para enjuntar un trozo de suelo del jardín, que ese cemento salpicó mi ya destartalado coche, que en ese momento pensé «ya lo limpiaré más tarde», que ese «más tarde» nunca llegó y que como consecuencia ahora luzco un coche tuneado con lunares permanentes… A eso me refiero.
Con mi blog soy germánica y si por cualquier motivo no tengo tiempo para hacer las cosas como quiero, prefiero no publicar nada. Últimamente muchos me habéis preguntado qué pasaba con el blog, si ya no iba a volver a él y si estaba todo bien…
Ante todo, muchas gracias por interesaros (¡mi ego está encantado de saber que me echáis de menos!). Todo está bien, mis queridos lectores, y no, no he dejado de escribir; estoy escribiendo más que nunca, de hecho, aunque en otro formato, pero digamos que para poder leer lo que escribo tendréis que tener paciencia y yo mucha suerte…
Creo que siempre he sentido la necesidad de escribir una novela, y a lo largo de estos años muchos me habéis animado a hacerlo, así que he decidido seguir mi instinto y vuestro consejo y en ello estoy.
En cuanto a la fotografía, los que me seguís en Instagram sabéis que tampoco he dejado de fotografiar y que sigo con mis flores, mis dulces y mis cacharros con la misma ilusión que el primer día. Pero he captado el mensaje y prometo organizarme mejor para no tardar tanto en pasarme por aquí.
Y para este regreso-que-no-es-tal-puesto-que-nunca-me-he-ido he elegido una receta muy «yo», no tanto por la receta en sí (un bizcocho de chocolate y vino que hago muy a menudo y que publiqué hace una eternidad) sino que me voy a centrar en algo en lo que normalmente invierto mucho tiempo: los detalles; y en cómo adornar un simple bizcocho para convertirlo en una pieza especial sin que pierda su esencia sencilla.
Creo que alguna vez me habéis oído decir que no me gusta la estética del fondant. No me gusta NADA, por muy «perfecto» que sea el diseño, pero dadme un simple bizcocho o flan y unas flores, unas virutas de chocolate, un glaseado, unos merenguitos o unos frutos rojos y estaré encantada de darle un «imperfecto» toque silvestre que para mí constituye la perfección.

INGREDIENTES:
-Bizcocho de chocolate y vino
-Merenguitos
-Flores, hojas o verde en general.
-Salsa de caramelo
-Virutas de chocolate
-Frutos rojos o cualquier tipo de fruta
-Imaginación y mimo.

bizcocho de chocolate y vino

bizcocho de chocolate y vinobizcocho de chocolate y vinobizcocho de chocolate y vinobizcocho de chocolate y vinobizcocho de chocolate y vinobizcocho de chocolate y vino

Nos vemos pronto… ¿sí?

bizcocho de chocolate y vino

N.B- Gracias a las marcas que últimamente han pensado en mí (siempre me da la sensación de que no lo agradezco lo suficiente):
-Inkifi
-Happy socks
-Chocolates Valor
-Drop bottle
-L´Oreal
-Cookplay
-Miguel López Pimentón- Las Hermanas

 

Adiós, 2016

NavidadMe encanta que de lo malo salgan cosas buenas, y aunque 2016 no pasará a mi historia particular como mi mejor año, ahora que ya es pasado, puedo decir que:
-Acabo el año con la sensación de haber tomado las decisiones correctas y de haberme rodeado de las mejores personas.
-He crecido como persona como ningún otro año, justo cuando creí que ya no crecería mucho más.
-He aprendido a relativizar y priorizar y he visto los beneficios de hacerlo.
-Me he sentido acompañada, apoyada e infinitamente agradecida.
-He visto reconocido mi trabajo y eso me ha satisfecho enormemente.
-He desarrollado una especie de lucidez que me ha permitido analizar situaciones y personas con meridiana claridad.
-He ganado en serenidad.
-He aprendido la diferencia entre el verbo «preocuparse» y «ocuparse», entre la palabra y la acción.
-Por primera vez en mi vida estoy aprendiendo a decir «no» sin sentirme mal, y estoy comprobando que no es tan difícil.
Así que, «querido» 2016, ya estoy preparada para decirte adiós para siempre. Y de tí, 2017, espero:
-Seguir avanzando y creciendo personal y profesionalmente.
-Vivir intensamente las pequeñas cosas del día a día, rodeada de mi gente.
-Dejarme inspirar y sorprender por todo lo que percibo.
-No cejar en mi empeño de hacer de mi pasión, mi profesión.
-Seguir dando pasos para llegar a donde quiero estar. (Ahí es ná!)

Navidad

Navidad

Navidad

Navidad

Navidad

Navidad

Y en cuanto a vosotros, queridos lectores, ¡os deseo lo mejor!!! (¡Nos vemos pronto!)

Navidad

Galletas grabadas (III)

galletas grabadas de NavidadEn algún lugar del mundo, en cualquier momento, alguien está a punto de exclamar que odia la Navidad; se acogen al argumento de que todo está mercantilizado, de que es una mentira disfrazada de otra todavía mayor, la época de la hipocresía y blablabla. Declaran que la odian tanto, que si pudiesen se acostarían la noche de Nochebuena y se levantarían el siete de enero. Cien por cien respetable. Aunque personalmente estoy dispuesta a no dejarme contagiar por el desencanto, y es que en un mundo revuelto y nada perfecto, yo necesito la Navidad. ¿Y qué si a través de los ojos y la mente de mis hijos yo me vuelvo a ilusionar? ¿y qué si todavía tengo la capacidad de quedarme con lo bueno dentro de lo feo? ¿y qué si este año hemos puesto el árbol en noviembre? Quizás nos hacía más falta que nunca; así que en algún lugar del mundo (digamos que «aquí), en cualquier momento (digamos que «ahora»), alguien (pongamos que «yo») está a punto de exclamar: «¡que no me toquen la Navidad»!

galletas grabadas de Navidad

galletas grabadas de Navidad

galletas grabadas de Navidad

galletas grabadas de Navidad

galletas grabadas de Navidad

INGREDIENTES:
-200 gr de harina (+la que admita, que será otro tanto o más)
-200 gr de azúcar
-2 huevos
-200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-1 pizca de sal

-Mezclamos la mantequilla con el azúcar.
-Mezclamos los huevos con la mezcla anterior.
-Añadimos la harina y la sal y mezclamos.
-Vamos añadiendo más harina (a ojo) hasta lograr una masa manejable y que no se pegue a los dedos.
-Estiramos una porción de masa con un rodillo (a mí me gusta dejarla bastante fina).
-Marcamos con un sello como éste (o con el que nosotros queramos, un corta pastas, etc).
-Horneamos a 170 grados (horno previamente precalentado) hasta que las galletas empiecen a estar ligeramente doradas.
-Si queréis «chocolatear» algunas, tendréis que añadir 2 cucharadas de cacao puro en polvo a parte de la masa.

Ésta es mi la receta base para cualquier galleta de mantequilla a la que quiero dar forma. Es tremendamende fácil y nunca falla. ¡Espero que os guste! Con ella os dejo por el momento. Nos vemos pronto pero hasta entonces ¡os deseo una muy feliz semana!!!

galletas de Navidad

Cocadas (sin gluten)

cocadasCasi siempre el amor de un padre a un hijo es mayor que el de un hijo a sus padres. Y si no, juzgad vosotros mismos…
-Juanito, (5), después de haber sido achuchado y haberle dedicado un «príncipe mío, ratón de mamá, cosita mía», se cree en la obligación de corresponder a tan almibarados piropos, y lo hace de la mejor manera que sabe, puede o quiere: «mmmm, pues tú eres bastante buena, guapa y limpia, mami» (en mi defensa diré que Juanito no tiene muy claros los matices entre «demasiado», «bastante» y «muy», y los utiliza indiscriminadamente.
-Pedro, (6), está comiendo con tantas ganas y lo veo taaaan adorable, que me invade una inmensa ola de amor materno-filial y le digo: «ni te imaginas cuánto te quiero». Él pone los ojos en blanco y responde: «pues tú ni te imaginas cuánto me gustan los huevos rellenos». Me consuelo pensando que el niño come bien y que peor fue aquella otra frasecita que me dedicó hace un tiempo…
-Ahora Juanito está en cama, con los ojos medio cerrados y a punto de dormirse y yo le dedico la frase que sin duda más les repito a mis hijos: «te quiero y siempre te voy a querer», a lo que él, semiinconsciente y con un hilillo de voz, responde: «yo también te quiero «bastante» y mañana también te voy a querer». Pues nada, se ve que tendré que ir ganándome su amor día a día…
Aun así, seguiré haciéndoles ver a mis hijos cuánto les quiero, y asumiré el riesgo de sus respuestas… Eso debí de pensar aquél día que le formulé a uno de ellos una de las preguntas retóricas más estúpidas que probablemente existan: «¿Quién te quiere a tí, amor?»
-«Todos».
No era la respuesta esperada, así que insisto: «Pero quién, mi niño?»
-«A ver… papá, Pedro, la abuela, el abuelo, los primos… Mi nerviosismo crece y no me consuela pensar que no tiene problemas de autoestima, así que lo corto antes de que empiece a incluir en su lista a la parentela lejana y a los vecinos:
-«¿Y quién más, cariño mío?»
-«Tú, mami»: Y una, que es medio tonta, ya se queda tranquila.
Pues sí, el amor de un padre a un hijo es casi siempre mayor que el de un hijo a sus padres, pero estoy convencida de que así tiene que ser.

cocadas

cocadas

cocadas

cocadas

cocadas

INGREDIENTES:
-250 gr de coco rallado
-250 gr de azúcar
-3 huevos

-Mezclamos bien los tres ingredientes hasta que se integren bien (con una cuchara de madera o con una espátula).
-Dejamos reposar la mezcla un par de horas.
-Metemos la mezcla en una manga pastelera con una boquilla rizada y hacemos montoncitos sobre una bandeja de horno.
-Horneamos (horno precalentado a 200 grados) unos 7-8 minutos.

Y eso es todo. Una receta fácil-facilísima para los amantes del coco. ¡Espero que os haya gustado! ¡Que paséis una muy feliz semana!!!

N.B- Nunca había tardado tanto en publicar algo en este blog; supongo que los veranos están para desconectar, queriendo o incluso sin querer, y no quería empezar esta nueva temporada sin agradeceros a todos el estar ahí, en mi vida bloguera pero sobre todo en el día a día de mi vida real. #eternamenteAgradecida #aTíATíYATí #vosotrosYaSabéisQuiénesSois #algúnDíaInstalaréLosEmoticonosEnMiPc #ahoraMeVendríaBienElDelGuiño.

Bizcocho de ruibarbo

bizcocho de ruibarboDecía una persona querida que ya no está que nadie debería nacer y morir en el mismo lugar sin haber conocido «otros mundos». Y no puedo estar más de acuerdo; será que en el fondo me fastidia la estrechez de miras de los que hacen las cosas porque su gente y en su zona ya se hacían así, porque así se llevan haciendo toda la vida y porque malditas las ganas de plantearse siquiera que se puedan hacer de otra manera; me fastidia que se crean con el monopolio de la verdad absoluta, cerrando los ojos a otras posibilidades y abriendo, en muchos casos, la puerta a la ignorancia y a la intolerancia.
Y sé que en un futuro tendré que luchar contra mi instinto de «madre gallina» para poder decirles a mis hijos: «sal, vete, empápate de lo que ves, pero por favor, vuelve» porque creo que sólo así podrán ver la foto completa de la realidad de la única vida que van a tener.
Uf, espero que no suene más rebuscado de lo que realmente es; simplemente es algo en lo que pienso a menudo y que me preocupa desde que tengo hijos, y precisamente en eso pensaba el otro día mientras preparaba esta receta, tal vez porque no es fácil encontrar ruibarbo en España, porque esta fruta con aspecto de verdura es uno de esos «gustos adquiridos» para mí o porque tengo una innata y probablemente fastidiosa manía de relacionarlo todo…

bizcocho de ruibarbobizcocho de ruibarbo
bizcocho de ruibarbo
bizcocho de ruibarbo

INGREDIENTES:

-90 gr de mantequilla
-150 gr de azúcar
-1 huevo grande
-225 gr de harina
-2 cucharaditas de levadura Royal
-1 pizca de sal
-110 ml de leche
-2 tallos de ruibarbo

-En un bol grande batimos la mantequilla, el azúcar y el huevo durante un par de minutos.
-En un bol pequeño mezclamos la harina, la levadura y la sal.
-Añadimos los ingredientes secos a la leche, alternándolos y sin revolver demasiado, sólo hasta que los ingredientes se mezclen.
-Pelamos y cortamos el ruibarbo.
-Vertemos la mezcla en el molde (previamente engrasado) y nivelamos con una espátula.
-Colocamos los trozos de ruibarbo en la masa, dibujando la forma que queramos.
-Horneamos (horno precalentado a 180 grados) durante 35-40 minutos.

El resultado es un esponjoso bizcocho al que la acidez del ruibarbo le sienta muy bien. Espero que os haya gustado. ¡Que paséis una muy feliz semana!!!

bizcocho de ruibarbo